Nuestra primera línea pretendía intervenir los jardines de IDP, con objetos que se activaran al contacto del viento y la luz, produciendo estímulos sensoriales en el Usuario. Además de habilitar asientos con maderas y telas colgantes, para que el usuario se recostara a disfrutar de estos estímulos.
La reja verde que da hacia la Av. España, que atraviesa todo el jardín de IDP, era nuestra principal estructura de intervención. Pensábamos en aprovechar la masa de aire que desplazaba el transito vehicular, para que moviese unas piecillas de metálicas, haciéndolas sonar, difuminando el molesto sonido vehicular, a un estimulo sensorial mas agradable o novedoso. Como también aprovechar el desplazamiento solar que ilumina la mayor parte del día, tanto la reja como el jardín, para que jugar con la luz y la sombra de la reja sobre el pasto. Esto, agregándole papel celofán, que tiene la propiedad de dar sombra de color, pintando el jardín de colores cambiantes de acuerdo a la intensidad y movimiento del sol.
Posteriormente, vino este cambio sustancial, donde se nos corrigió que teníamos que enfocarnos en un producto, darle más tecnología y otorgarle la capacidad de montaje, desmontaje y guardado. Fue aquí cuando reducimos nuestro proyecto a una parte del recorrido, una parte en el sentido de una parte de un todo, algo así como una pieza, que pueda unirse y formar un gran recorrido. Conservándoles los atributos de interacción sensorial, enfocándoselos al equilibrio y la vista.
Entonces proyectamos un pedazo de recorrido, quizás denominable como baldosa, que al situarse sobre ella, ésta ofrece una resistencia desigual desde el centro hacia las orillas, produciendo un moviendo de pandeo oscilatorio delicado. Además de iluminarse cuando esta se hunde a una determinada profundidad.
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